Las lesiones abdominales se clasifican según su mecanismo de lesión como contusas o penetrantes. En los traumatismos abdominales contusos, pueden lesionarse el intestino, el bazo, el hígado, los riñones y los órganos pélvicos. La extensión y el tipo específico de lesión abdominal traumática pueden identificarse mediante los antecedentes clínicos y el examen físico adecuado y confirmarse mediante la imagenología apropiada. El tratamiento depende de la estabilidad del paciente y del tipo específico de lesión.
Última actualización: Oct 27, 2025
Las lesiones abdominales contusas se definen como daños en el abdomen y/o en los órganos abdominales secundarios al impacto con un objeto o superficie contundente (no penetrante).

Órganos intraabdominales:
El abdomen contiene muchos órganos que pueden ser dañados cuando se presenta una lesión abdominal contusa. Lo más habitual es que se lesionen el hígado y el bazo.

Órganos retroperitoneales:
Los órganos del espacio retroperitoneal incluyen los riñones y los uréteres, partes del duodeno, el colon, la aorta, la vena cava y el páncreas.
El traumatismo abdominal cerrado puede ocurrir debido a varios procesos patológicos:
Debido a la gran variedad y gravedad de las lesiones asociadas a los traumatismos abdominales cerrados, es necesario realizar una rápida pero cuidadosa toma de antecedentes y examen físico para dirigir la investigación con imagenología.
| Órgano lesionado | Características |
|---|---|
| Duodeno |
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| Bazo |
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| Hígado |
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| Pelvis |
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| Riñón |
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Signo del cinturón de seguridad:
Las lesiones cutáneas o los hematomas en el patrón de un cinturón de seguridad sugieren que existieron fuerzas importantes en un accidente de vehículo motorizado y pueden implicar una lesión subyacente grave.
Una investigación cuidadosa mostrará evidencia de los órganos lesionados, dirigiendo así el tratamiento posterior.
| Órgano lesionado | Tratamiento |
|---|---|
| Duodeno |
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| Bazo |
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| Hígado |
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| Pelvis |
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| Riñón |
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