La hipopotasemia se define como la concentración plasmática de potasio (K+) < 3,5 mEq/L. Los mecanismos homeostáticos mantienen la concentración plasmática entre 3,5–5,2 mEq/L a pesar de la marcada variación en la ingesta dietética. La hipopotasemia puede deberse a pérdidas renales, pérdidas gastrointestinales, intercambios transcelulares o ingesta dietética deficiente. La hipopotasemia leve suele ser asintomática. Sin embargo, las reducciones agudas en el nivel de K+ o la hipopotasemia grave pueden provocar arritmias cardíacas, debilidad muscular, rabdomiólisis, parálisis e insuficiencia respiratoria. El diagnóstico se realiza mediante los antecedentes y las pruebas de laboratorio. El tratamiento se guía por la gravedad e incluye el tratamiento de los síntomas urgentes, la sustitución del déficit de K+ y el tratamiento de la causa subyacente.
Última actualización: 17 Abr, 2022
El potasio (K+) es el principal catión intracelular en todas las células y se distribuye de manera desigual entre el líquido intracelular (98%) y el líquido extracelular (2%). La gran disparidad es necesaria para mantener el potencial de membrana en reposo de las células.
La hipopotasemia se define como la concentración plasmática de K+< 3,5 mEq/L.
Las etiologías de la hipopotasemia se pueden agrupar según cuatro mecanismos distintos: ingesta deficiente de K+ en la dieta, intercambio transcelular, pérdidas gastrointestinales y pérdidas renales.
La presentación de la hipopotasemia puede incluir náuseas, vómitos, estreñimiento, manifestaciones en el músculo esquelético y manifestaciones cardíacas, que son potencialmente muy graves. Es más probable que los síntomas aparezcan a medida que aumenta la gravedad de la hipopotasemia, pero los pacientes pueden permanecer asintomáticos incluso con una hipopotasemia relativamente grave.
Cambios en el electrocardiograma observados en la hipopotasemia
Imagen por Lecturio. Licencia: CC BY-NC-SA 4.0