Spotlight de especialidades: ¿Por qué debería elegir medicina interna?

Spotlight de especialidades: ¿Por qué debería elegir medicina interna?

¿Estás pensando en convertirte en internista? Nos reunimos con Lindsay J., doctora del estado de Washington, para conversar acerca de qué significa dedicarse a esta especialidad. Aprende de su experiencia y conoce un poco más sobre el trabajo en medicina interna.
Lecturio Team

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mayo 31, 2023

Tabla de Contenidos

Entrevista: ¿Qué significa tener la especialidad de medicina interna?

P: ¡Hola, Lindsay! ¿A qué Escuela de Medicina asististe? ¿Dónde hiciste tu residencia y cómo fue la experiencia?

R: Asistí a la Universidad Creighton en Omaha, Nebraska. Me sentí muy cómoda porque también estuve ahí como estudiante de licenciatura y ya conocía a los profesores. En general, en esa escuela hay una sensación de mayor colaboración, comparada con otras Escuelas de Medicina donde hay una mayor competencia. Es común estudiar en grupo, y eso me resultó muy atractivo. 

Para la residencia fui a la Universidad de Brown en Providence, Rhode Island. Definitivamente, la transición a esta universidad de la Ivy League representó un salto más grande, ya que se trata de una de las instituciones más desafiantes y competitivas. Sin embargo, esta universidad era probablemente más amigable y emotiva en el contexto de la Ivy League, ya que nos brindaba apoyo y nos hacía sentir que había un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, así como un ambiente seguro de aprendizaje. Estuve ahí durante tres años y proseguí hasta convertirme en hospitalista de medicina interna.

Un hospitalista es un médico autorizado para ejercer en un hospital y tratar diversas enfermedades. Brinda atención especializada a pacientes complejos, encabeza el equipo médico en la coordinación de los cuidados y ayuda a tratar múltiples funciones del cuerpo, en lugar de órganos específicos (lo cual sería el trabajo del especialista respectivo). A diferencia de un internista, que podría ver a un paciente toda su vida, el hospitalista únicamente ve a un paciente mientras dura su estancia en el hospital y, por lo regular, solo trabaja en ese entorno.

P: ¿Por qué decidiste volverte internista?

R: Cuando postulaba para la Escuela de Medicina y hacía las entrevistas correspondientes, pensé dedicarme a la cirugía cardiotorácica. Después, ya estando en la escuela, cambié de opinión cuatro o cinco veces. Pasé por cirugía general, pediatría y cardiología, hasta que finalmente llegué a hospitalista de medicina interna. De alguna manera, esto fue evolucionando durante los cursos clínicos de mi segundo año. Las rotaciones del tercer año tuvieron un impacto definitivo. Descubrí que la cirugía era demasiado “intensa” y no era lo más adecuado para mi personalidad. La pediatría o la medicina interna (MI) se adecuan mejor. En especial, me gusta el aspecto de la MI relacionado con resolver problemas, así como trabajar con pacientes que presentan padecimientos más agudos.

P: ¿Cómo es tu agenda normalmente? ¿Cómo es un día típico para un especialista en medicina interna?

R: En el ámbito clínico, como hospitalista solía trabajar a un ritmo de 12 horas diarias, descansando cada semana de manera alternada. El horario podía ser de 7:00 p.m. a 7:00 a.m. o a la inversa. En realidad, me gustaba más trabajar de noche, porque el trabajo es un poco menos estresante que durante el día; hay menos carga laboral por el aspecto social o de coordinación, ya sea dando de alta a pacientes o manejando otras tareas organizativas. En general, las mañanas están más ocupadas.

Ahora trabajo ocho horas diarias de lunes a viernes. Me desempeño como editora médica para Lecturio, para lo cual compruebo la información y redacto contenido de Medicina. Me gusta mucho tener un horario flexible; ¡puedo almorzar a las 11:00 si así lo deseo! En el entorno clínico es frecuente omitir el descanso para almorzar.

P: ¿Cuál es la mejor parte de ser un hospitalista en MI? ¿Cuál es la parte más desafiante? 

R: La mejor parte: ¡ser una especie de comodín!

Realmente adquieres una amplia base de conocimientos en muchos temas. Además, ves muchos casos diferentes, interesantes y de enfermedades agudas; te haces cargo de los pacientes que han sido admitidos y, por tanto, participas para darle un giro a su situación y que, de ese modo, mejoren. 

El mayor desafío: como hospitalista no tienes el contacto persona a persona que tendría, por ejemplo, un médico general (MG). Los pacientes no confían tanto en los hospitalistas, así que podrías enfrentarte a personalidades bastante difíciles. Hay que lidiar con pacientes recelosos o con familiares a los que tal vez tengas que convencer de un tratamiento, sin mencionar que no tienes suficiente tiempo para conectar verdaderamente con los pacientes. En contraste, los MG no están mucho tiempo en el hospital, así que constatar directamente la mejoría de los pacientes era algo que me agradaba.

P: Cuéntame algo único sobre tu campo, alguna anécdota de locura.

R: Probablemente, el caso más sobresaliente para mí fue uno bastante duro. A las 6:00 a.m. Ingresó un paciente con sangrado gastrointestinal por diverticulosis. Al principio estaba estable y no sangraba mucho, de manera que hablé con un gastroenterólogo, diseñamos un plan de acción y lo transferimos. Aproximadamente a las 9:00 p.m. del día siguiente brotaban litros y litros de sangre del paciente, que comenzó a desfallecer. Mientras tanto, intenté una transfusión (no había equipo para hacer una endoscopia) y le consulté al cirujano sobre la posibilidad de hacer una colectomía, lo cual no era factible porque el paciente podría seguir sangrando para entonces… También traté de trasladarlo a otro hospital ubicado a tres horas de ahí, pero la niebla impedía la circulación de ambulancias o helicópteros. Tuve que vaciar nuestro banco de sangre para mantener vivo a ese hombre durante la noche. ¡Finalmente sobrevivió! Pero la experiencia fue muchísimo para una noche. Esto ilustra realmente la clase de situaciones que puedes encarar, solucionando muchos problemas y a sabiendas de que todo podría irse al demonio.

P: ¿Qué consejo tienes para los estudiantes que tienen que decidir sobre su especialidad?

R: ¡Tan solo que mantengan la mente abierta al hacer sus rotaciones!

Aunque estés decidido a ser neurocirujano, podrías cambiar de opinión. Y aun cuando no te guste el campo donde estás en ese momento, intenta obtener algo de ahí, porque tal vez necesites posteriormente ese conocimiento, al margen de qué especialidad termines eligiendo.

De un vistazo: Hechos acerca de convertirte y ejercer como internista

¿Cuánto dura la residencia de medicina interna y cuánto tiempo se requiere en general para volverse un especialista en medicina interna?

Para que alguien se convierta en internista se requieren alrededor de 11 años:

  • Ocho años de educación formal 
  • Tres años de residencia 
  • Si un internista desea especializarse, a ese tiempo habría que agregar de dos a cuatro años

¿Qué hacen los doctores especializados en medicina interna?

Los internistas son doctores que brindan cuidados para el tratamiento y prevención de varias enfermedades distintas. Esto puede oscilar entre problemas de salud bien conocidos (como las cardiopatías) y enfermedades más complejas y raras (Colegio Americano de Médicos).
También se especializan en órganos como el corazón, los riñones, el hígado y los pulmones (Memorial Regional Health).

  • Tratan enfermedades y entienden cómo interactúan estos órganos.
  • Vigilan los sistemas del cuerpo y se encargan de padecimientos crónicos. 
  • Pueden fungir como médicos de atención primaria.
  • Únicamente atienden a adultos.
  • Entre las enfermedades que más a menudo tratan los internistas se encuentran las siguientes:
    • Diabetes 
    • EPOC 
    • Hipertensión
    • Hipercolesterolemia (colesterol alto)
    • Cardiopatías
    • Problemas renales 
    • Problemas endocrinos 
    • Afecciones de la sangre

¿Cómo son las condiciones laborales y el estilo de vida?

Actualmente, el estilo de vida de un internista puede ir desde servir en el frente de lucha contra el Covid-19 hasta adaptarse a la atención virtual, mientras la personal siga considerándose insegura (Medscape, 2021).

Más o menos la mitad de los internistas aseguran que no les es fácil alcanzar el equilibrio trabajo/vida. Si bien antes de la pandemia ya había aumentado la tasa de burnout (con factores que contribuyen a ello, como pasar mucho tiempo en el trabajo y no recibir una compensación o reembolso suficientes), actualmente se registra un incremento en dicha tasa, al tiempo que el internista trata de conservar su bienestar personal.

Antes del Covid-19, los internistas reportaban mayoritariamente sentirse felices en su vida fuera del trabajo. 

En promedio, los médicos trabajan de 40 a 60 horas semanales (AMA); 53 horas, de acuerdo con el 88 Informe Anual de Médicos, editado por Medical Economics (Today’s Physician). En promedio, los internistas comienzan su jornada a las 8:00 a.m. y trabajan generalmente con pacientes recurrentes que presentan padecimientos crónicos (hospitaljobsonline.com). Atienden entre 22 y 25 pacientes (The Balance Careers).

¿Cuánto gana un internista?

El salario promedio anual de un internista, según distintas fuentes, es:

$251,000 dólares (Becker’s ASC Review)

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